domingo, 22 de junio de 2008

AGROCOMBUSTIBLES LA TRAGEDIA DEL CAMPESINADO EN LA ACUMULACIÓN DE RIQUEZAS DEL EMPRESARIADO AGROEXPORTADOR DEL VALLE DEL CAUCA.

AGROCOMBUSTIBLES LA TRAGEDIA DEL CAMPESINADO EN LA ACUMULACIÓN DE RIQUEZAS DEL EMPRESARIADO AGROEXPORTADOR DEL VALLE DEL CAUCA.

COORDINACIÓN CAMPESINA DEL VALLE DEL CAUCA (CCVC)

PROCESO DE UNIDAD POPULAR DEL SUROCCIDENTE COLOMBIANO (PUPSOC)

PONENCIA PRESENTADA A LA SESIÓN DEL SENADO DE LA REPUBLICA. PRADERA VALLE DEL CAUCA JUNIO 14 DE 2.008

1. PROBLEMÁTICA AGRARIA EN EL VALLE DEL CAUCA.

Los datos del Plan Departamental de Desarrollo plantean que en el Valle del Cauca el 14% de su población (cerca de 595.000 personas, 14% de la población) habita la zona rural, cuyo sustento se deriva del desarrollo de labores agropecuarias. La inmensa mayoría de los habitantes de la zona rural en el Valle el Cauca (indígenas, campesinos y afrocolombianos), tanto de la zona plana como de la zona media y alta, no poseen suficiente tierra o no tienen propiedad alguna sobre la tierra, a causa de varios procesos de desarraigo violento al que han sido sometidas las comunidades rurales, esto ha conllevado a considerar al Valle del Cauca, como el departamento con mayor concentración en la propiedad sobre la tierra.

Sobre las tierras arrebatadas al campesinado, a las comunidades afrocolombianas e indígenas, mediante métodos de violencia sistemática, se ha sembrado la caña de azúcar para hacer de la tragedia de las comunidades rurales, la fuente de riqueza de los agroempresarios azucareros.

Esto ha conllevado a que los fértiles campos de la zona plana del valle del río cauca, se destinen a la producción para la exportación de azúcar y desde 2.003 agrocombustibles, en desmedro de la producción local de alimentos, conduciendo al Valle del Cauca a ser el departamento con mayor dependencia alimentaria en Colombia, siendo este un factor de riesgo para la población más pobre de la región, en tanto que deben destinar la mayor parte de sus bajos ingresos a la adquisición de alimentos.

El modelo agroexportador de azúcar y en la actualidad de agrocombustibles implementado en el valle del cauca es frágil desde el punto de vista económico, pues depende en su totalidad del mercado internacional, además se debe tener en cuenta que aunque el Valle del cauca tiene ventajas comparativas y competitivas países latinoamericanos como Brasil producen azúcar y etanol con menores costos de producción, hasta de un 92% menor para etanol.

El modelo agroexportador ha sido rentable para los grandes gremios por las siguientes razones:

1. Porque el estado brinda gigantescos subsidios a la producción agroexportadora. Solo en 2.007 los cinco ingenios más grandes del valle del cauca, recibieron “más de 1.500 millones de dólares para la producción de etanol”1 como parte de la política del Minagricultura en términos de exoneración de impuestos e incentivos. Los productores de Etanol por su parte percibieron “6.100 millones de pesos en incentivos no reembolsables, 20.000 millones de pesos del programa Agro Ingreso Seguro -AIS-”2; mientras que el presupuesto de INCODER para compra de tierras para más de 8 millones de campesinos que carecen de tierras solo fue de 20.000 millones de pesos.

2. La flexibilización laboral impulsada por el gobierno a través de la ley 789 de 2.002, que condujo a la creación de Cooperativas de Trabajo Asociado -CTAs-, que incrementaron la explotación hasta niveles infrahumanos.

3. Los costos de producción de etanol son de US$1.91 por galón y el precio de venta es de US$3,9 por galón. Esto se da por los dos factores mencionados anteriormente y por el aumento internacional en el precio del petróleo.

Así entonces el Gobierno Colombiano les quita valiosos recursos a los agricultores pobres necesitados de tierras, créditos blandos, investigación agropecuaria y transferencia de tecnología para entregárselos a los empresarios ricos, que se han hecho al poder de la tierra mediante la coerción, el desplazamiento forzado y el asesinato.

1.2. AGROCOMBUSTIBLES Y LA NEOESCLAVITUD EN EL VALLE DEL CAUCA

En la actualidad en el Valle del Cauca 16.000 corteros laboran diariamente en 200.000 Has, de los cuales el 90% son contratados a través de CTAs, el 10% restante está contratado directamente por los ingenios, de las 200.000 Has, 37.000 se destinan a la producción de alcohol carburante3.

Para 2020, el Gobierno Colombiano pretende lograr mezclas de etanol con gasolina en una relación 20%-80% (mezclas E20), para todo el territorio nacional, para lo cual aumentará el área sembrada a 72.000 Has, siendo necesario ampliar las áreas de cultivo de caña para etanol hacia las laderas y piedemontes de las cordilleras central y occidental.

De este modo, para que la producción de Etanol siga siendo “rentable” para los empresarios agroexportadores, la flexibilidad laboral, que trae consecuencias desastrosas para los trabajadores deberá acrecentarse y además para aumentar la producción de etanol, el proceso tendrá que ser mecanizado. Por tanto, existen dos panoramas que se interrelacionan de continuarse por el camino de los agrocombutibles, por un lado el aumento de la explotación laboral para los trabajadores de la agroindustria de los agrocombustibles en el Valle del Cauca y por el otro la sustitución de mano de obra por máquinas altamente dependientes de combustibles fósiles.

No obstante, estudios adelantados en Brasil demuestran que 100 Has utilizadas en agricultura familiar generan 35 empleos directos, mientras que si éstas son utilizadas para la producción de agrocombustibles solo generan 10 empleos, por tanto si las 235.000 Has se destinaran a la agricultura familiar se podrían generar 82.250 empleos, versus 23.500 que se generarían si las tierras son usadas para la producción de agrocombustibles como viene siendo la tendencia en Colombia.

1.3. LOS AGROCOMBUSTIBLES NO REDUCEN LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL.

El modelo de producción tanto de azúcar como de agrocombustibles en el Valle del Cauca, se fundamentan en los postulados de la revolución verde: Concentración de la tierra, concentración de las fuentes de agua, uso indiscriminado de agrotóxicos de síntesis petroquímica, uso de Organismos Genéticamente Modificados -OMGs-, mecanización del suelo, contaminación del suelo, agua y aire. El paquete completo de revolución verde ha demostrado ser altamente perjudicial para el medio ambiente, en tanto que el 52% de los gases de efecto invernadero son producidos por los agrotóxicos utilizados en agricultura4.

El uso del suelo para monocultivos reduce significativamente la biodiversidad, destruye los procesos de sinergia y simbiosis del suelo potencializándose la aparición de plagas, cambia drásticamente los patrones microclimáticos y por tanto de humedad del suelo y de ciclaje de nutrientes.

La concentración de las fuentes de agua trae como consecuencia reducciones significativas de la capacidad de dilución de las sales minerales en las fuentes de agua de los humedales, lo que conlleva a su colmatación y putrefacción, matando a plantas y animales que en otros tiempos fueron consumidos por las comunidades, no obstante, el impacto ambiental más grave, es la reducción de los caudales de agua de consumo por las poblaciones ribereñas del Cauca. En la actualidad se generan cerca de 1.100.000 L/día de etanol, que para ser producidos requieren entre 4-12 Litros de agua por Litro de Etanol, por tanto, si consideramos el requerimiento más bajo de agua (4L), producir etanol requiere 4.400 m3/día. En la actualidad las 37.000 Has de caña sembradas para etanol se consumen 18.500.000 m3 de agua/año5.

El uso indiscriminado de agrotóxicos ha salinizado el suelo, ha conllevado a que las propiedades físicas y químicas del suelo se atrofien, disminuyéndose la capacidad de las plantas de absorber los nutrientes del suelo, los agrotóxicos contaminan el agua subterránea, el aire arrastra trazas de agroquímicos por la acción del viento hacia zonas sembradas con cultivos diferentes a la caña, causándose perdidas en los cultivos de los campesinos de las zonas medias de la cordillera central.

La mecanización ha provocado que el suelo se compacte, que se destruyan las propiedades físicas y químicas de uno de los valles más fértiles de Colombia, como es el Valle del Río Cauca.

Las quemas de caña generan altas cantidades de gases de efecto invernadero como CO2 y NOx, también producen material particulado que afecta la salud de humanos y animales en las zonas rurales y en los centros poblados.

Los Agrocombustibles no solucionan el problema del calentamiento global, por el contrario lo agravan6, ya que la combustión con mayor presencia de productos oxigenados aumenta las concentraciones de NOx, genera ozono y acetaldehídos, estos actúan como cancerígenos en humanos. Además se debe tener en cuenta que para producir etanol se requiere del uso de combustibles fósiles.

2. EL PLAN DE DESARROLLO DEPARTAMENTAL Y EL FOMENTO A LOS MEGAPROYECTOS.

El Plan de Desarrollo Departamental vigente hasta el año presentado por el Señor Gobernador del Valle del Cauca, Doctor Juan Carlos Abadía Campo, agudizará la situación del sector agropecuario en el Valle del Cauca, sobre todo afectará a las comunidades campesinas, afrocolombianas e indígenas, ya que desconoce de facto sus necesidades básicas, este plan propone una única inversión de “2.000 millones de pesos para proyectos de seguridad alimentaria” a través del proyecto RESA que solamente beneficiará a las “2.418 familias rurales del Valle del Cauca que se encuentren en altos niveles de vulnerabilidad”7. Sin embargo para el programa “Valle productivo y competitivo” al 2.032, invertirá $3.814.206.695 del presupuesto departamental y $356.016.613.611 de las transferencias nacionales en total $359.830.820.306; para el programa “Desarrollo Turístico del Valle” $9.489.449.751y $1.200.478.999. de recursos del departamento y la nación respectivamente, para un total de $10.689.928.7508.

El programa “Valle productivo y competitivo”, “fomentará la capacidad exportadora del Valle del Cauca”9; la capacidad exportadora se fundamenta como es lógico en el aumento a la producción de Agrocombustibles (Etanol) y de caña de azúcar, como lo dice el documento Plan de Desarrollo 2.008-2.011 “Las cadenas productivas agroindustriales priorizadas en la Agenda interna de Competitividad están llamadas a ser las abanderadas del desarrollo del sector en el propósito de competir en los mercados internacionales, pues estos son los sectores sobre los cuales se debe basar el desarrollo futuro del Valle del Cauca.”10

El programa “Desarrollo Turístico para el Valle” plantea “Impulsar el desarrollo turístico competitivo y sostenible del Valle del Cauca como actividad generadora de ingresos, empleo y calidad de vida, que involucre a los municipios de acuerdo a sus potencialidades (…) para desarrollar el macroproyecto Destino Paraíso”11.

Aunque el indicador NBI de 25.8 para las poblaciones rurales, las cifras demuestran que dentro de las prioridades del Gobierno Departamental, NO están las comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas, aunque sean los más necesitados. Para el Gobierno Departamental, las 595.000 personas que actualmente habitan el campo, deben integrarse a las cadenas productivas agroindustriales priorizadas, como la producción de etanol, a los planes eco-turísticos de venta de servicios ambientales o condenarse a desaparecer.

3. MEGAPROYECTOS Y DESPLAZAMIENTO DE LAS COMUNIDADES

El Valle del Cauca, por su ubicación geográfica estratégica es paso obligado de las mercancías que se dirigen hacia el pacífico, norte, centro y oriente del país, por tanto, se contempla como un enclave de valiosa importancia en el megaproyecto Iniciativa de Integración de Infraestructura Regional para Sur América -IIRSA-.

Las necesidades de energía eléctrica en USA, el establecimiento de la zona franca del sur del Valle y Norte del Cauca y la entrada en vigencia del TLC Colombia-USA, producirán que nuevas transnacionales se emplacen a lo largo y ancho de la nación y con esto un aumento de las los requerimientos de energía eléctrica, que será suplido mediante la construcción de Centrales Hidroeléctricas y Pequeñas Centrales Hidroeléctricas. El agua que se necesitará para mover la maquinaria de las centrales eléctricas y la utilizada en la industria desplazará el uso que hacen de este elemento natural las comunidades, violándose la constitución colombiana de 1991 y los derechos humanos fundamentales, en tanto que primará el bienestar particular de unos cuantos empresarios por encima del bienestar colectivo de campesinos, indígenas y afrocolombianos. Lejos de ser un pronóstico pesimista, la Multinacional Española EPSA Unión Fenosa, en contubernio con la CVC y el Ministerio de Medio Ambiente y Energía, viene adelantando la construcción de la PCH Amaime 1.400 sobre el río Amaime (entre los municipios de Palmira y El Cerrito), estudios en el Río Guabas (Ginebra), Río Tulúa (Tulúa) y Bugalagrande (Municipios de Sevilla, Tulúa y Bugalagrande), desconociendo los derechos a participar en las decisiones que se tomen sobre los territorios que habitan que tienen las comunidades campesinas ubicadas en las cuencas de estos ríos, entre otros derechos humanos fundamentales.

No es casual que uno de los ejes priorizados en el Plan de Desarrollo Departamental 2.008-2.011 se fundamente en el sector turístico, más aún cuando las zonas habitadas por las comunidades campesinas e indígenas en la zona media y alta de la cuenca del Río Cauca vienen siendo objeto de integración a la política nacional de áreas protegidas, cuya línea base promueve la conservación de las cuencas hidrográficas, sin desarrollo de actividades agropecuarias, en otras palabras, sin campesinos. Cabe resaltar el caso de la subcuenca del río Amaime, que fue considera por CVC como un parque eco-regional. De esta manera se cumple lo estipulado en los principios orientadores del Banco Interamericano de Desarrollo, para la planificación de cuencas “Las cuencas deben ser manejadas dependiendo del mayor aporte a la economía de una región”12, para el caso de las cuencas de los afluentes del Río Cauca, los mayores aportes a la economía de la región, se basan en la venta de servicios ambientales, como la captación de CO2, la producción de agua y la regulación del ciclo hidrológico.

4. QUÉ HACER.

1. Desconcentración de la propiedad de la tierra, mediante un proceso gradual de reforma agraria integral democrática y participativa, para que las comunidades agrarias avancen hacia la autosuficiencia alimentaria del Valle del Cauca.

2. El estado debe invertir recursos para la producción agroecológica que disminuya la dependencia a insumos derivados del petróleo y los agroquímicos.

3. Establecer una política de créditos blandos para que las comunidades afrocolombianas, campesinas e indígenas puedan mantener y desarrollar sus actividades agropecuarias basadas en el modelo de economía campesina.

4. El estado debe invertir recursos económicos para el establecimiento de cooperativas de las comunidades campesinas para la transformación agroindustrial.

5. Los Gobiernos Nacional, Departamental y Municipal así como El estado y sus instituciones deben reconocer a las comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianos como sujetos de derechos sociales, políticas, culturales y ambientales, así como la autonomía en las decisiones sobre su territorio.

6. Se deben crear mesas de trabajo para la visibilización de la problemática de los habitantes del sector rural, que tiendan a la solución concertada de la problemática.

7. El uso del suelo debe ser fundamentalmente para la producción de alimentos sanos.

8. Los trabajadores de la Agroindustria Agroexportadora de azúcar y etanol deben ser contratados directamente por los ingenios, respetando los derechos de los trabajadores.

9. A los trabajadores de la Agroindustria Agroexportadora de azúcar y etanol se les debe permitir las libertades sindicales contemplados en los acuerdos suscritos por el Estado Colombiano con la OIT.

10. La inversión extranjera debe realizarse en condiciones ventajosas para el país y para las comunidades asentadas en los territorios en los que se realice la inversión.

BIBLIOGRAFÍA

- Álvarez Roa Paula . Los agrocombustibles en boga: El caso del etanol en Colombia. Grupo Semillas. Marzo 3 de 2.008

- DOUROJEANNI, Axel; JOURAVLEV, Andrei; CHAVES ,Guillermo. Gestión del agua a nivel de cuencas. CEPAL. Santiago de Chile 2002.

- Editorial Grain Semillas Julio de 2.008

- García Lozada Héctor. Las otras verdades de la llamada biogasolina. www.rebelion.org

- PLAN DE DESARROLLO 2008 -2011. Buen Gobierno, con seguridad lo lograremos”. ANEXO 3. MATRIZ DE INDICADORES Y METAS POR PROGRAMAS Y OBJETIVOS.

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